LA FE Y SU EFECTO SANADOR EN ANIMALES


Caso contrario sucede con animales que cuentan con cuidadores afectuosos o un medio que preserva su integridad; en países orientales como india se puede evidenciar un comportamiento animal de ecuanimidad y confianza frente a la interrelación con las  personas del común; ejemplo de ello son las vacas y las ardillas; otra evidencia de actitudes de confianza en animales se encuentran en las mascotas bien protegidas y alimentadas.


No obstante es necesario aclarar que la motivación de estos comportamientos a los cuales hacemos referencia hace alusión a una necesidad interna de búsqueda de la felicidad y trascendencia que va más allá de netos aprendizajes e instintos.En 1960, Harry Harlow realizo un experimento con monos Rhesus que consistió en tomar a estos y darles a elegir entre dos madres artificiales; una de ellas simplemente estaba cubierta de felpa y la otra tenía barrotes de hierro pero tenía un biberón con leche. Los pequeños monos preferían agarrarse a la madre de felpa buscando su contacto y protección que acercarse a la madre de hierro para tomar leche. Cuando la sensación de hambre era ya insoportable, iban corriendo a la madre de hierro, tomaban la leche suficiente y volvían corriendo a agarrarse a la madre de felpa. De igual manera cuando se trataba de asustar a los monos, estos salían corriendo a buscar refugio en la madre de felpa. Con ese experimento y otros más que se realizaron posteriormente en monos, quedó claro que en ellos era principalmente importante el contacto materno para su desarrollo, y que su principal comportamiento estaba dirigido a buscar y solicitar esa atención materna tan necesaria para ellos.


Se puede inducir con base en lo anterior que al igual que en los seres humanos, en los animales, la Fe es un proceso que debe  aceptarse de hecho, no por su evidencia empírica, sino más bien por su evidencia fenoménica en los actos propios de estos seres con afectividad que hacen despliegue de los más nobles comportamientos de servicio y apego. La afectividad animal trasciende incluso la identificación con la misma especie y realiza procesos de duelo similares a los humanos. Pero tal afirmación no debe quedarse en el concepto único de aprendizaje o modelamiento ya que  justamente son los aprendizajes propios de los grupos de especie animal los que muchas veces limitan la expresión de tal espiritualidad en los animales; es decir, el deber hacer propio del grupo familiar de cada animal potencialmente impide interrelaciones distintas con el medio que los rodea. En este sentido, de no ser así no se podría ver o escuchar casos de animales de diferentes especies que logran construir relaciones de “amistad o compañerismo” con animales de otras especies como ha sucedido.


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